Linux deja de soportar procesadores Intel 486 y Pentium tras más de 30 años

Linus Torvalds anuncia el fin del soporte del kernel de Linux para Intel 486 y Pentium

Linus Torvalds, creador del sistema operativo Linux y figura clave en el desarrollo del software de código abierto, ha anunciado oficialmente que el kernel de Linux dejará de ofrecer soporte para procesadores Intel 486 y Pentium. Esta medida pone punto final al respaldo oficial para estos chips históricos, que llevan más de 30 años en el mercado.

La decisión ha sido impulsada por varios desarrolladores del kernel de Linux y cuenta con el respaldo directo de Torvalds. Según se ha explicado, el objetivo principal es eliminar el código obsoleto que dificulta el mantenimiento del núcleo del sistema operativo. Mantener la compatibilidad con este hardware tan antiguo implica una inversión de tiempo significativa y genera conflictos con arquitecturas modernas, lo que ralentiza el desarrollo y la eficiencia del sistema.

Los procesadores Intel 486 fueron introducidos al mercado en 1989, mientras que los primeros Pentium llegaron en 1993. Aunque estos modelos fueron fundamentales en la expansión de la informática personal durante los años noventa, hoy en día representan una fracción mínima del hardware en uso, especialmente en entornos de producción o domésticos.

Para los usuarios que aún operan sistemas basados en estos procesadores, las consecuencias serán notables: no podrán instalar versiones recientes del kernel de Linux ni recibir actualizaciones de seguridad o mejoras de rendimiento. No obstante, existen alternativas para quienes deseen seguir utilizando estos equipos. Una de ellas es permanecer en versiones anteriores del kernel que aún mantienen compatibilidad. También es posible recurrir a distribuciones ligeras de Linux que se basan en kernels antiguos, diseñadas específicamente para hardware de bajo rendimiento o legado.

La eliminación del soporte marca un paso más en la modernización del sistema operativo y en el esfuerzo por optimizar el desarrollo del kernel, centrándose en tecnologías activas y actuales. Con esta decisión, Linux sigue adaptándose a las necesidades de los usuarios contemporáneos y al ritmo del avance tecnológico.