Cómo entrenar el cerebro para absorber emociones positivas y reducir el sesgo negativo

Neurociencia: así puedes equilibrar la tendencia del cerebro a enfocarse en lo negativo

Diversas investigaciones en neurociencia han demostrado que el cerebro humano tiene una predisposición natural hacia lo negativo. Esta tendencia, conocida como “sesgo de negatividad”, hace que los eventos desfavorables capten más nuestra atención y permanezcan más tiempo en nuestra memoria que los positivos.

En la vida cotidiana, esto se traduce en una reacción desproporcionada ante las experiencias negativas. Cuando ocurre algo malo, el cerebro tiende a aferrarse a esa emoción durante horas, mientras que ante una experiencia positiva, la reacción suele ser breve: se reconoce, se valora superficialmente y se deja pasar rápidamente. Esta asimetría emocional no solo es injusta, sino que puede afectar el bienestar general.

Sin embargo, es posible contrarrestar este sesgo mediante un entrenamiento consciente del cerebro. La clave está en aprender a sostener las emociones positivas el tiempo suficiente para que dejen una huella más profunda en nuestro sistema neuronal. Un método sencillo consiste en detenerse durante 10, 20 o 30 segundos cada vez que se experimente algo agradable, como recibir un halago, escuchar una buena noticia o disfrutar de un momento cotidiano, como tomar un café favorito.

El simple acto de respirar hondo y prolongar la sensación de bienestar antes de continuar con la actividad permite fortalecer las conexiones neuronales asociadas a esas emociones positivas. A través de esta práctica, el cerebro empieza a equilibrar su enfoque, reduciendo la influencia del sesgo negativo y promoviendo un estado emocional más saludable.

Este tipo de ejercicios no requiere grandes esfuerzos ni herramientas complejas. Se basa únicamente en la atención plena y en una intención clara de cambiar la forma en la que se procesan las vivencias diarias. Con el tiempo, este hábito puede contribuir significativamente a mejorar la calidad de vida y el equilibrio emocional.