La shunguita: ¿protección real contra los campos electromagnéticos del 5G y el WiFi?

¿Protege la shunguita del 5G y el WiFi? Esto dice la ciencia

La creciente exposición a campos electromagnéticos (CEM), como los generados por el 5G y las redes WiFi, ha generado inquietudes en sectores de la población sobre sus posibles efectos en la salud. En este contexto, ha ganado notoriedad un mineral poco conocido: la shunguita. Esta piedra, de origen ruso, ha sido objeto de interés por su presunta capacidad para mitigar los efectos negativos de la radiación electromagnética.

La shunguita es una roca rica en carbono, hallada principalmente en la región de Carelia, al noroeste de Rusia. Su composición incluye fullerenos, una forma molecular del carbono que ha sido estudiada por su potencial antioxidante. Según ciertos estudios científicos, esta piedra podría reducir el impacto del exceso de radiación electromagnética al armonizar las frecuencias emitidas por dispositivos como routers WiFi o antenas 5G.

Cabe destacar que, desde el punto de vista físico, la energía no se crea ni se destruye. Por ello, los defensores del uso de la shunguita argumentan que su efecto no consiste en bloquear las ondas, sino en reorganizar las frecuencias electromagnéticas, haciéndolas supuestamente más compatibles con el campo energético humano.

Si bien existen publicaciones que exploran las propiedades electromagnéticas de la shunguita y su posible influencia en entornos saturados de tecnología inalámbrica, la comunidad científica mantiene un enfoque prudente. La evidencia concluyente sobre sus beneficios directos en la salud humana aún es limitada y se requieren más investigaciones rigurosas para determinar su efectividad real.

A pesar de ello, la shunguita se ha popularizado en ámbitos de la salud alternativa y el bienestar personal. Es común encontrarla en forma de colgantes, placas para teléfonos móviles o piezas decorativas que, según sus usuarios, ayudan a reducir el malestar asociado a la sobreexposición tecnológica.

En un mundo cada vez más conectado y digitalizado, no sorprende que muchas personas busquen métodos naturales o tradicionales para contrarrestar los posibles efectos de la tecnología. La shunguita, entre la ciencia y la creencia, continúa despertando tanto escepticismo como curiosidad.