¿Cómo limpiar correctamente una herida? Los expertos desaconsejan el uso de alcohol, agua oxigenada o clorhexidina en piel lesionada

Por qué no debes usar alcohol ni agua oxigenada para limpiar heridas: la mejor alternativa según los expertos
Por qué no debes usar alcohol ni agua oxigenada para limpiar heridas: la mejor alternativa según los expertos

Ante una herida, la reacción inmediata de muchas personas es aplicar alcohol, agua oxigenada o clorhexidina, creyendo que estos productos son la mejor opción para desinfectar. Sin embargo, esta práctica común puede resultar contraproducente, especialmente cuando se trata de lesiones abiertas.

Aunque el alcohol es un eficaz antiséptico para eliminar microorganismos, su uso está recomendado únicamente en piel sana. La etiqueta de estos productos es clara: “antiséptico para piel sana, no aplicar en heridas”. El alcohol, además de ser irritante y doloroso al contacto con una herida abierta, puede dañar el tejido en regeneración, dificultando así el proceso de cicatrización.

Algo similar ocurre con el agua oxigenada. Si bien tiene la capacidad de eliminar bacterias, también destruye células necesarias para la curación, lo que retrasa la recuperación del tejido lesionado. Su indicación, como en el caso del alcohol, es para desinfectar la piel intacta, no heridas abiertas.

La clorhexidina, otro producto habitual en botiquines, se presenta generalmente con una concentración del 2 % disuelta en una base de alcohol al 70 %, lo que la convierte igualmente en un producto destinado a la piel no lesionada. Aunque existen soluciones acuosas de clorhexidina que podrían ser apropiadas para ciertos tipos de heridas, la mayoría de las formulaciones comerciales no lo son.

El escozor o dolor que pueden producir estos productos no es señal de eficacia. De hecho, puede ser indicativo de que se está causando daño adicional al tejido. La mejor opción, tanto por su efectividad como por su bajo coste, es la limpieza con agua y jabón neutro. Aplicar el jabón en una gasa estéril, empaparla con agua y limpiar suavemente la herida permite eliminar microorganismos sin provocar dolor ni reacciones adversas.

En cuanto al yodo, aunque podría utilizarse en ciertos contextos, presenta un mayor riesgo de provocar alergias e hipersensibilidad, por lo que no se considera la primera opción de limpieza.

La recomendación de los profesionales sanitarios es clara: ante una herida, el primer paso debe ser una higiene cuidadosa con agua y jabón neutro. Es una solución accesible, eficaz y respetuosa con el proceso natural de cicatrización.

Publicar un comentario

0 Comentarios