¿Qué hago si mi ordenador, móvil o tablet va lento?

¿Qué hago si mi ordenador, móvil o tablet va lento?
¿Qué hago si mi ordenador, móvil o tablet va lento?

¿Qué hago si mi ordenador, móvil o tablet van lento?, esta es una pregunta que muchos usuarios de se hacen a menudo y tiene varias respuestas, que vamos a ir desgranando poco a poco.

La primera respuesta que vamos a tener que buscar es a la pregunta ¿Qué dispositivo tenemos?, ya que dependiendo de su arquitectura, podremos hacer más o menos modificaciones. Si tenemos un teléfono móvil o celular, una tablet o un ordenador o computadora portátil (laptop), las posibilidades de mejoras físicas son prácticamente nulas, pero por el contrario tenemos varias opciones desde el punto de vista del software, es decir, de los programas o aplicaciones que estos dispositivos tienen instalados para su funcionamiento.

En estos casos, lo primero que podemos hacer, es desinstalar todos los programas o aplicaciones que no necesitemos, o que podamos prescindir, ya que a más aplicaciones, puede provocar que algunas arranquen funciones permanentes en memoria que puedan reducir la capacidad del dispositivo.

Otra acción muy recomendable es sacar contenido multimedia o documentos, aliviando así almacenamiento, que a veces ayuda a que el terminal funcione más ágil y por otro lado, evitamos que si el dispositivo, ya por su edad, falla, perdamos fotos, música, vídeos o documentos importantes, haciendo una copia de seguridad a la nube, o a pendrive, discos duros externos, etc.

Si una vez hecho esto el equipo mantiene su baja velocidad, entonces vamos a tener que dar algunos pasos más complejos. Otra buena idea es, ya con la copia de nuestros documentos, fotos y demás archivos hecha, es reinstalar el sistema operativo. En todos los dispositivos nuevos suele venir integrada en la memoria interna, sólo es buscar en Google o cualquier buscador de Internet: “Reinstalar sistema operativo (MODELO DEL DISPOSTIVO)”, en el caso de teléfonos móviles, tablets, u otros dispositivos con Android, la expresión sería “Hard reset” y el modelo de nuestro dispositivo ejemplo: “Hard reset Samsung Galaxy S10”. Siguiendo los pasos literalmente que se indica en los tutoriales, conseguiremos que nuestro terminal quede como recién comprado. ATENCIÓN, los dispositivos con Android, suelen requerir que se use la misma cuenta GMAIL o de Google para su uso posterior, así que asegúrate de conocer el nombre de usuario y contraseña o en caso contrario, agrega antes del proceso una cuenta nueva la cual tengas apuntado su usuario y contraseña y elimina la vieja, así cuando se restaure y pida la cuenta, le pones la nueva cuenta que le agregaste previamente a su reseteo y así la acepte sin problemas. No te olvides de este punto.

En el caso de ordenadores con Windows, la cosa cambia sensiblemente, si es un portátil, normalmente tendrá una licencia original activada, por lo que al hacer el proceso de reinstalación, simplemente se arrancará  con el sistema reinstalado y listo, pero en el caso de ordenadores o computadoras de escritorio, verifica primero si tienes licencia original, normalmente suelen tener algún distintivo con la licencia o alguna documentación. En el caso de no disponer de una tendrás que adquirir una licencia de Windows 10 o Windows 11, si es un dispositivo nuevo, previamente a la reinstalación, o arriesgarte a conseguir alguna versión pirata, algo que no recomendamos, pero que somos conscientes de que hay un sector de usuarios que prefieren esta peligrosa opción. En ambos casos, una vez obtenida la versión del sistema operativo Windows, ya se podrá iniciar el proceso de reinstalación.

Si una vez hecho esto, el ordenador no mantiene una velocidad aceptable, que evidentemente, dependiendo de sus características físicas (procesador, memoria RAM y tipo de disco de almacenamiento), será mayor o menor, entonces en este punto es en el que volvemos a la primera pregunta, dependiendo de qué dispositivo tenemos podemos ir más allá o no, eso sí, todo lo que hagamos a partir de este momento conlleva más dificultad.

Los dispositivos Android o Apple tipo teléfonos o tablets, en este punto se quedaran ya sin más opción que buscarle otros usos que requieran menos recursos, como reproductores, o simples máquinas de escribir, cámara de fotos, etc. Es decir, funciones normalmente sin conexión que requieren de pocos recursos o deshacerse de ellos.

Pero en el caso de los ordenadores o computadoras, podemos intentar algunas otras soluciones.

1. Si es un ordenador que ya tiene algunos años y dispone de disco duro SATA mecánico, es decir, lleva discos de metal girando en su interior con agujas de lectura, se caracterizan por hacer un ruidillo cuando se están usando, sobre todo al arrancar/apagar sistema o programas, principalmente, pueden reemplazarse por discos duros sólidos, es decir, son discos duros electrónicos de mucha mayor velocidad, unas 10 veces más rápidos que los mecánicos, por norma general. Su reemplazo requiere ciertos conocimientos, pero en los ordenadores de sobre mesa y modelos de portátil más comunes es fácil encontrar sencillos tutoriales por la red. Eso sí, si el ordenador es potatil y muy nuevo, difícilmente podremos hacer nada, porque los discos ya son sólidos de fábrica y vienen soldados en placa, es decir, integrados definitivamente, por lo que no pueden ser reeplazados, ni en caso de rotura.

2. Ampliación de la memoria RAM. En el caso de los ordenadores de escritorio o sobre mesa, es lo más fácil, buscar una memoria compatible para el modelo de la placa madre (mainboard) será de un tipo u otro, y buscar módulos de mayor capacidad pero sin pasarse del total admitido por la placa madre, algo que suele indicar en el manual de usuario, que si no conservas, puedes localizar en internet buscando por el modelo de la placa normalmente impreso en la misma o si usas programas como el CPU-Z que desgrana todo el contenido de tu ordenador. En el caso de muchos portátiles es muy parecido pero buscando por el modelo del portátil si este dispone de capacidad de apertura de la carcasa  y de memorias independientes no integradas.

3. Cambio del sistema operativo. Depenciendo del uso que le des a tu equipo, puedes plantearte la opción de cambiar el sistema operativo del mismo, En el caso de Windows, si usas Windows 10  puedes ponerle Windows 7 u 8, pero aunque aportará poco cambio en cuanto a rendimiento, el mayor problema es la falta de actualizaciones y programas compatibles, sobre todo con Windows 7, que aunque aún no ha sido abandonado del todo, va siendo cada vez más difícil encontrar versiones actuales de muchos programas, pero que es una opción si lo usamos para pocas cosas y todas tengan aún compatibilidad con el sistema. Pero otra opción es usar versiones del sistema gratuito LINUX que tiene algunas distribuciones muy interesantes y adaptadas para pocos recursos, como por ejemplo Lubuntu, Bodhy, etc.

Con estos dos simples cambios el rendimiento se amplía sensiblemente pero siempre entendiendo que depende su edad, tendrás más o menos posibilidades.

Si tu ordenador es de sobremesa, aún tienes 2 cambios más físicos que puedes hacer, ya que son los dispositivos con menos nivel de obsolescencia y con mayor capacidad de actualización.

1. Cambio del procesador o CPU, como en el caso de la memoria RAM, viendo el manual, podremos saber qué modelos de procesadores y qué características máximas soporta, por lo que es buscar un procesador de segunda mano compatible con la placa madre y listo, reemplazarlo y a disfrutar de la nueva velocidad de nuestro equipo.

2. Reemplazo de la tarjeta gráfica, este elemento es el que se encarga de gestionar las imágenes que podemos ver en nuestro monitor, por lo que a más potencia, mejor rendimiento para usos que requieran de procesamiento de imágenes, como videojuegos, edición de fotos o vídeos. Esta solución es secundaria ya que, pese a aportar capacidad, será siempre algo sutil y costoso, ya que es uno de  los componentes más caros de nuestro terminal y que siempre dependerá de lo que nuestra placa madre soporte, pero si nuestro equipo tiene gráfica integrada y le añades una gráfica de 2 o 4 GB de ram, que son de las más accesibles, en el mercado podremos ver una sensible mejora en los procesos antes descritos, y posiblemente una leve mejoría de rendimiento en general.

Y con esto terminamos este artículo, esperando que os aporte algo de luz si estáis planteando mejorar o reemplazar vuestro equipo informático. Recordar siempre, que dependiendo lo que compres, tendrás más o menos opciones, por lo que siempre echa cabeza bien a lo que vas a comprar, no por lo bonito y cómodo de usar, sino por su utilidad y tiempo que quieras que te acompañe en tu vida.

Autor: J. Sastre.

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