Descubriendo la verdad detrás de las imágenes falsas: el fenómeno del contenido "idiotizador"

Descubriendo la verdad detrás de las imágenes falsas: el fenómeno del contenido "idiotizador"
Descubriendo la verdad detrás de las imágenes falsas: el fenómeno del contenido "idiotizador" - Capturas reales de publicaciones de las que hace referencia el artículo.

Hoy quiero abordar un tema que, sinceramente, me deja un tanto perplejo. En la era del auge de las inteligencias artificiales, su utilización se ha vuelto omnipresente y seguirá creciendo. No tengo objeción a esto siempre y cuando se empleen de manera sensata y para propósitos positivos. Sin embargo, lo que quiero discutir hoy está en el extremo opuesto.

Cuando me senté por primera vez frente a una IA y contemplé su potencial, me emocioné pensando en todas las formas en que podría ser una herramienta poderosa para generar y mejorar contenido. Probé generadores de imágenes y música, y los uso diariamente para ilustrar publicaciones y anuncios. Algunos de estos recursos los he mencionado en esta web, invitando a descubrirlos si aún no lo habéis hecho.

Pero últimamente he notado un tipo de contenido que denomino "idiotizador", un tipo de contenido que es esencialmente "spam": insustancial, sin aporte y molesto para el usuario. La fórmula es siempre la misma, principalmente en Facebook: un perfil, usualmente una página (no un usuario), con temas relacionados con manualidades, ecología o creatividad, muestra una imagen de un niño (preferiblemente africano) junto a una obra hecha con material reciclado, formando animales, objetos o figuras religiosas, con un texto que invita a admirar la supuesta habilidad del niño. El problema es que ni el niño ni la obra son reales. Aquellos de nosotros que hemos estado involucrados en la generación de imágenes por IA sabemos cómo identificar estos elementos artificiales, como el uso de botellas de refresco con etiquetas intactas y llenas, o formas imposibles de crear con los medios mencionados. Incluso utilizan frutas y verduras frescas en países donde la escasez de alimentos es una realidad. Este fenómeno no es aislado; es recurrente, con decenas de casos a diario.

Otros ejemplos incluyen fotos de mujeres en grupos, con ropa ajustada y proporciones sexualizadas, claramente detectables como falsas por ojos entrenados. Se repiten rostros o se muestran escenas improbables, como una mujer musulmana usando ropa ceñida en público.

Cada persona o entidad puede usar las IAs como desee, pero estos contenidos vacíos, falsos y confusos no aportan nada positivo. Pueden dar una imagen distorsionada de la realidad a personas poco informadas o mayores, y en general, son una pérdida de espacio y energía dedicada a crear una realidad ficticia.

Puede parecer trivial, pero me preocupa la persistencia y la frecuencia con la que estos contenidos aparecen en múltiples perfiles y redes sociales, con diferentes temas pero la misma esencia: imágenes y videos que, aunque atraen la atención con buenos titulares y apariencia atractiva, carecen de sustancia y utilidad.

Creo que como usuarios debemos esforzarnos por distinguir estos contenidos falsos y relegarlos al olvido, buscando siempre contenidos positivos que realmente enriquezcan nuestras vidas, que nos eduquen o entretengan con verdadero valor, en lugar de malgastar nuestros preciosos minutos de vida. La clave está en aprender a discernir y valorar la calidad y autenticidad de lo que consumimos en línea.

Y termino, sí en esta publicación hay IA, pero usada para mejorar la comprensión y redacción de este artículo y curiosamente, la idea de hacerlo, es el hecho que casualmente cuando iba a compartir un meme que lo denunciaba con un pequeño comentario, hubo un oportuno fallo de la red social en cuestión, impidiendo que lo hiciera... que cada uno saque sus conclusiones.

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