¿Sirven las gafas con filtro de luz azul? Esto dice la ciencia sobre su eficacia para el sueño

Cómo la exposición a la luz artificial nocturna afecta la salud y qué hacer para evitarlo
Cómo la exposición a la luz artificial nocturna afecta la salud y qué hacer para evitarlo

El uso de gafas bloqueadoras de luz azul se ha vuelto cada vez más común, pero ¿realmente son efectivas? La investigación científica sugiere que sí, especialmente cuando se trata de proteger el sueño y la salud circadiana.

Un estudio con más de 80.000 personas durante ocho años reveló que quienes recibían más luz artificial por la noche y menos luz solar durante el día aumentaban su riesgo de mortalidad y enfermedades cardiometabólicas.

Esto se explica porque la luz azul, común en pantallas y bombillas LED, interfiere con la producción de melatonina, una hormona clave para el descanso. La exposición nocturna a esta luz puede hacer que el cuerpo crea que aún es de día, alterando el ritmo circadiano.

En cambio, la luz roja, presente al amanecer y atardecer, no afecta negativamente la producción hormonal. Utilizar gafas con lentes rojos o naranjas antes de dormir ayuda a filtrar la luz azul y mejora la calidad del sueño.

Los expertos recomiendan usarlas al menos dos horas antes de dormir y asegurarse de que sean gafas de calidad que bloqueen el 100 % de la luz azul artificial.

Otra estrategia es sustituir la iluminación nocturna del hogar por luces rojas, más compatibles con la biología humana durante la noche.

En definitiva, el uso de gafas para bloquear la luz azul se presenta como una medida eficaz para preservar la salud del sueño y prevenir desajustes hormonales y metabólicos.

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